21 de febrero de 2015

Neymar y la crisis de reputación de la marca Barça

 La crisis de un club que pretende llevar los 'valores' por bandera

La crisis del FC Barcelona no es una buena noticia para el fútbol español ni para la Liga BBVA, que presume de ser la más competitiva y rutilante del mundo

Tras la noticia de su imputación como club por delito fiscal en el fichaje de Neymar que hemos conocido hace unas horas, no cabe duda de que el FC Barcelona está atravesando una auténtica crisis de reputación que está haciendo mella en la marca ‘Barça’ de una forma especialmente dañina para el club catalán. Sin ir más lejos, Piers Edwards se preguntaba en la CNN hace un par días si el Barça no está empezando a ser (y cito textualmente) ‘menos que un club’ por la maraña provocada por la falta de transparencia, desmentidos, acusaciones cruzadas, dimisiones forzadas, irregularidades contractuales y su poca fortuna a la hora de intentar equilibrar ‘la ganancia económica con la ética’… y por ende con su imagen pública. Todo ello máxime para un club que pretende llevar los ‘valors’ por bandera.

Toda crisis de marca - y esta no es una excepción - deja una estela que hemos de estudiar precisamente con el objetivo de no repetir los mismos errores en el futuro y de extraer lecciones en positivo. La crisis del FC Barcelona no es una buena noticia para el fútbol español ni para la Liga BBVA, que presume de ser la más competitiva y rutilante del mundo. Ha sido precipitada por una serie de errores en cadena que han terminado por estallar sorprendentemente tarde; especialmente si tenemos en cuenta que todos aquellos que estamos involucrados directa o indirectamente en el mundo del fútbol éramos conscientes de que la aciaga cifra oficial del contrato de Neymar - €57.1 millones - no podía en ningún caso ajustarse a la realidad. Y es que como bien señalara el presidente Lincoln, se puede engañar a todos durante un tiempo y a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo. Esta es la primera lección que esperemos haya aprendido a golpe de dimisión la directiva culé. ¿O es que era creíble esa cifra cuando conocíamos según declaración de Florentino Pérez que al Real Madrid Neymar le habría costado el doble? Tontos ninguno.

Y es precisamente la terquedad en defender lo indefendible lo que ha agravado el devenir de los acontecimientos. Cuando el subdirector del diario El Mundo Eduardo Inda ya había publicado tras tener acceso a los contratos del Barça que la cifra oficial no era correcta, y a pesar de la querella presentada ante el juez por un socio culé, la obstinación del dimitido presidente Rosell y su directiva en los €57.1 millones de ficha del astro brasileño ha terminado por generar, como no podía ser menos, una auténtica catástrofe mediática cuya salida aún no llegamos a vislumbrar. Al actuar así, han incumplido uno de los dos principios claves de la gestión de crisis según nos detallara el experto norteamericano Eric Dezenhall: ‘si te atacan injustamente, defiéndete con vigor; si te has equivocado, pide perdón y pasa página’. Las empresas españolas parecen proverbialmente incapaces de decir ‘lo siento’ sin ambages a pesar de la acumulación de evidencias en su contra. Al obrar así, pierden la oportunidad de desactivar las crisis y de minimizar los daños. Como demuestran los casos de Tiger Woods o del presidente Clinton, la opinión pública está dispuesta a perdonar cuando percibe un arrepentimiento sincero acompañado de ciertos golpes de pecho bien medidos.

¿Por qué no ha sido suficiente la dimisión de Rosell? Por varios motivos. Aparte del proceso penal (que sigue su curso con la imputación de hoy), Rosell no pareció entonar el mea culpa de forma convincente ante propios y extraños. Sus vaguedades sonaron más a excusa que a otra cosa, sobre todo cuando a su lado se encontraba el actual presidente Bartomeu que participó de forma directa en el contrato de Neymar y está por tanto tan implicado como Rosell. La redención para el Barça sólo se habría producido de forma satisfactoria si se hubieran convocado elecciones y hubieran surgido de ellas una nueva junta directiva. Eso sí que habría sido pasar página, y no la permanencia de los mismos nombres con los mismos o nuevos cargos. Es por ello que a día de hoy el FC Barcelona se encuentra enfangado y que la dimisión de Rosell sólo sirvió para cerrar la crisis en falso.

Dentro de este complicado proceso, estamos comenzando a observar atisbos de la que podría ser la reacción más nefasta en la que podría caer el Barça y su entorno: el victimismo. Tal y como denunciaba hoy Josep Pedrerol en su editorial en Jugones, conviene recordar a los que comienzan a caer en la tentación de culpar a la llamada ‘caverna mediática’ de Madrid de los sinsabores azulgranas que fue un socio culé el que inició el proceso penal contra la actual directiva. La aún hoy incompleta depuración de responsabilidades ha sido provocada por iniciativas que han tenido su origen dentro del Camp Nou. En su mayor parte, la prensa de Madrid ha asistido atónita al poco edificante espectáculo de los vaivenes comunicativos y legales de la directiva del hoy ex Sandro Rosell. Triste el daño que han causado al barcelonismo en su conjunto y de rebote a nuestro fútbol.

Y es precisamente el barcelonismo el que tiene en su mano el limpiar su casa exigiendo responsabilidades así como una claridad meridiana de los entresijos del fichaje de Neymar que aunque resulte increíble aún a día de hoy no hemos visto. La actual directiva tiene la oportunidad de actuar con altura de miras y de anteponer el buen nombre del club a sus poltronas y a los tejemanejes contractuales que nos han llevado a este triste estado de cosas. Queremos escuchar de boca de los firmantes del contrato cuánto ha costado Neymar de verdad y cuáles han sido las comisiones (públicas y secretas) que se han llevado las partes. Es hora de claridad. Si esta no se produce, esperemos que sea la Liga de Fútbol Profesional y otros organismos deportivos los que la reclamen. No son sólo los firmantes del aciago contrato (que no tenemos duda ya de que ha sido el más caro de la historia) sino nuestro fútbol en su conjunto el que se juega su prestigio. La marca ‘Barça’ ha sido sin duda empañada por las acciones de la actual directiva: confiemos en que consigamos contener el chapapote de la ‘corrupción en el fútbol’ antes de que se convierta en una auténtica marea negra en la que todos saldríamos perdiendo. Los socios y aficionados del Barça no se lo merecen; el resto de nosotros, tampoco.

Con Coca-Cola tenemos crisis de reputación y boicots para rato

Publicado por Andrés Toledo en Empresas hace 2 meses

Una historia interminable de futuro incierto

La marca no puede salvarse si para ello, han de ignorarse aquellos valores que a través de los años han sido cultivados como señal de identidad y estandarte 

La gran crisis de Coca-Cola vive su vigésimo quinto episodio al más puro estilo de las clásicas series y telenovelas. En las que en cada capítulo siempre dejan a uno con las ganas de desvelar las diferentes tramas que como cebo, sirven para que los más fanáticos siempre se mantengan enganchados. Pero es que la trama de esta historia parece que más que acabar, vaya a comenzar ya su segunda temporada.
El caso de los ERES sigue ofreciéndonos novedades a diario a través de todo tipo de medios y titulares. Algo que como consecuencia está sirviendo para mermar a cuenta gotas la popularidad y reputación de esta marca que nos vendía valores e ilusiones. A todo ello se suman los boicots de sindicatos, trabajadores y consumidores sensibilizados por el destino incierto de los trabajadores afectados.
Lo que cuesta llegar a comprender es la mala gestión de esta crisis de reputación por parte de una marca cuya maquinaria de marketing se creía casi perfecta. Tanto que incluso que llegaba a parecernos surrealista el hecho de que la misma quisiera desvincularse de este problema alegando para ello, nada que ver con las diferentes fabricas embotelladoras que operaban bajo la gestión de Coca-Cola Iberian Partners.
Y como prueba evidente, quedó patente la opinión al respecto del propio Presidente de la filial de Coca-Cola en España, Marcos De Quinto, al decidir quedar al margen de todo ello, alegando que los despidos no eran de su competencia. Sus declaraciones tal y como reflejaba el diario El Mundo eran más que contundentes, "No es mi empresa y no es mi ERE". Resultaba chocante escuchar afirmaciones como esta al referirse a un problema donde según el propio De Quinto, su compañía "no tiene capital ni interés". ¿Y que hay entonces del valor y el interés por preservar la buena reputación de su compañía y de la marca que también se ven afectadas?


Resulta difícil de comprender, como una compañía cuya marca siempre defiende con recelo su omnipresente identidad y denominación comercial, permita que otras empresas adhieran y hagan suyo el propio nombre de esta marca - como es el caso Coca-Cola Iberian Partners - para salir luego alegando que nada tienen que ver con ellas, y por supuesto creyendo de forma errónea, que las consecuencias de este conflicto laboral y sus efectos colaterales nunca llegarían a hacer tambalear la reputación de la propia marca Coca-Cola. ¿Error de estrategia o simplemente una clara declaración de intenciones para desentenderse de todo ello?
Lo cierto es, que después de todos estos acontecimientos, la multinacional ha terminado por reconocer que el ERE anunciado por el embotellador, Iberian Partners, está afectando a la imagen de la marca. También a sus ventas, en torno al 40% sólo en Madrid, y de las que por supuesto está sacando buen provecho Pepsi, su más directo rival y la principal marca de la competencia. Otros medios como el periódico digital español 'Público' hablan sin embargo de un posible pacto de silencio entre Coca-Cola, Pepsi y grandes distribuidores para silenciar los efectos reales del boicot impulsado por los trabajadores y consumidores. Habrán pensado que quizás, ya que muchos han decidido beber menos Coca-Cola, que al menos tengan la boca callada para evitar sean escuchadas sus reivindicaciones. Aunque lo cierto es, que en esta ocasión todo parece indicar que con Coca-Cola tenemos crisis de reputación y boicots para rato.
Los trabajadores afectados y sindicatos siguen manifestándose a pie de calle, pero son sin duda las famosas redes sociales que tanto sirvieron a la marca para aglomerar a sus miles de fans y seguidores, las que han terminado por convertirse en la nueva pesadilla donde la información sigue viajando sin control a la censuras. A través de ellas podemos escuchar las voces de las protestas de los trabajadores, el apoyo de cientos de consumidores y las acciones que demuestran que existe un boicot que verdaderamente está comenzando a hacer estragos sobre la propia marca.
Sea como fuere, y a pesar de su campaña separatista, el vínculo existente entre Coca Cola Iberian Partners y la propia filial de la compañía Coca-Cola en España al margen de sus limitaciones, contraprestaciones y responsabilidades legales o comerciales, es más que evidente. La marca es al fin y al cabo el denominador común y uno de los activos que más está siendo dañado y perjudicado. Pero la marca no puede salvarse si para ello, han de ignorarse aquellos valores que a través de los año han sido cultivados como señal de identidad y estandarte.
Lo siento por quienes creyeron siempre en las buenas intenciones y los mundos de fantasía repletos de ilusiones. A pesar de que muchos esperaban que este conflicto se resolviera con una demostración de valores y humanidad como aquellos que siempre nos vendieron a través de sus anuncios publicitarios, lo cierto es que nos encontramos ante una historia interminable de futuro incierto, que lejos de llegar a su desenlace, todavía nos augura nuevos acontecimientos que con toda seguridad seguirán dando que hablar y echando más leña al fuego.

¿Las crisis de reputación cuestan dinero?

Publicado por Carlos Pursals en Comunicación hace 26 días

A la vista de los acontecimientos iniciales puede parecer que si una marca sufre una crisis de reputación tenga un coste en percepción de imagen y también un coste en dinero.

Este planteamiento que parece claro para muchas situaciones de crisis, también tiene sus excepciones: el caso de Herbalife ¿por qué digo esto?.
Herbalife es una compañía norteamericana que cotiza en bolsa, dedicada a la comercialización de suplementos nutritivos y que tiene un sistema de comercialización propio y vinculado a personas. Parece ser que este sistema de comercialización ha sido la causa de una investigación que han abierto a dicho compañía en EE.UU. acusándola de "esconder un sistema ilegal piramidal para su financiación"
Como siempre, habrá que esperar a ver los resultados de dicha investigación abierta por la Comisión Federal de Comercio de los EE.UU. Lo que es curioso de este caso es que Herbalife es una compañía que de vez en cuando sufre alguna crisis de reputación, cuando por ejemplo en España en el año 2008, se difundió que sus productos podrían dañar el hígado. También podemos echar un vistazo en google y ver los resultados que arroja Herbalife y podemos comprobar que no goza de una reputación excelente.

¿Pero estas situaciones han afectado a sus ventas?, ¿conlleva estas situaciones cíclicas de crisis de reputación a problemas financieras?. Pues más bien parece que no para Herbalife, ya que si vemos los datos reflejados por la compañía, veremos que su facturación mundial pasó del 2008 al 2013 de 2.359 a 4.825 millones de dólares y que durante el mismo período de tiempo pasó de tener 1,7 a 3,7 millones de personas dedicadas a la venta de sus productos.
Los datos son datos y no hay que darle más vueltas. En el caso de Herbalife parece que las situaciones de crisis de reputación no le afectan ni a sus ventas ni a su credibilidad para captar vendedores. En el caso de España tampoco parece que tiene problemas ya que pasaron de vender en el año 2012, 39 millones de euros a vender 50 millones de euros en el año 2013.
Si es cierto que, cuando se supo que la investigación de puso en marcha, sus acciones perdieron un 7,36% del valor y que la compañía reconoció que "existe tremenda cantidad de desinformación en el mercado".
Pues bien, algunos problemas generan las crisis de reputación de marca y Herbalife ya tiene por donde empezar a trabajar su reputación: aportando información al mercado.

¿Cómo hacer frente a una crisis de reputación online?

La mejor manera de minimizar o contrarrestar una crisis de comunicación en Internet es trabajar en prevención. Este es el primer paso que proponen desde la consultora de comunicación Llorente & Cuenca, los expertos Iván Pino, Director de Comunicación Online para España y Portugal y Luis González, Director de Comunicación de Crisis en España.

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Según los expertos, el primer paso para hacer frente a una crisis de comunicación online consiste en disponer previamente de contenidos con identidad humana, historias reales, creíbles, y datos visibles que generen, al menos, el beneficio de la duda para la compañía. La mejor solución son los formatos multimedia y compartir la información a través de los canales corporativos de la empresa. El trabajo previo en pro del buen gobierno y la transparencia informativa, creando y mejorando los activos online de los que dispone una compañía para convertirlos en soporte básico de los contenidos, será muy útil para gestionar una crisis de comunicación si ésta llegara a estallar.

El análisis que se debería realizar en un monitor de riesgos online se basa en el concepto de ‘riesgo reputacional’ a través de las expresiones publicadas en Twitter (tweets) sobre una determinada empresa o directivo en un periodo de tiempo y localización geográfica concreta. Se considera un tweet como una expresión de los grupos de interés de la empresa sobre sus comportamientos corporativos, que transmiten impactos a favor o en contra de la misma.

¿Por qué Twitter? La respuesta es sencilla:
Por su accesibilidad. Es una fuente abierta que permite el acceso al archivo histórico de los tweets publicados en todo el mundo por sus miles de millones de usuarios a través de proveedores cualificados, que ofrecen también índices de relevancia e influencia.
-Por su influencia. Se trata de la principal red social en la que suelen participar, en mayor medida, los actores que consideramos influyentes en la comunicación pública.
-Por su actualidad. Twitter es la red social de tiempo real por excelencia, donde más se suele compartir informaciones (eventos y sucesos) relativas al comportamiento de las empresas.
-Por su conectividad. Debido a la limitación de los 140 caracteres, Twitter invita a enlazar a otros contenidos (noticias en medios, post en blogs,…), convirtiéndose en un auténtico hub de Internet.

El análisis de la información recopilada en Twitter se debería llevar a cabo a través de una metodología, en la que se incluyan, por lo menos, estos tres pasos principales:
1 Clasificación. Las menciones extraídas de Twitter, se deben analizar de forma manual  —cientos de tweets—, y deben clasificarse en categorías según los comportamientos corporativos a los que se refieren; y también, por los grupos de interés que las comparten. Para definir las categorías en las que basarse, las normas y guías internacionales como la ISO 26000 o el GRI 4 son las idóneas.Por ejemplo, en el caso que se ha tomado como ejemplo para desarrollar este artículo, la categoría sería ‘Trabajo’; el comportamiento corporativo podría ser ‘despidos’ o ‘condiciones laborales’; y el stakeholder 'activista'.

2 Medición. Para medir el impacto favorable o desfavorable de las expresiones analizadas, se debe construir un índice de probabilidad de amenaza u oportunidad, basado en las siguientes dimensiones:
Valencia: significado negativo, positivo o indefinido de la expresión;
Notoriedad: nivel de protagonismo de un determinado evento o hito en la conversación;
Influencia: grado de participación de usuarios influyentes;
Grupos: escala de implicación de diferentes stakeholders;
Persistencia: continuidad de las expresiones sobre un determinado evento durante un periodo de tiempo

3 Ordenación.  Como referencia para valorar las expresiones en término de reputación, se debe definir, además, un índice de relevancia que se debe aplicar a las categorías de eventos, a partir de matrices de materialidad, mapas de riesgos o de otros instrumentos de evaluación que proporcionan las compañías.

Como conclusión, tenemos claro que las crisis de comunicación siempre han existido, existen y existirán. Lo que cambia en cada momento es el entorno de la comunicación. En este nuevo contexto, los medios digitales y las redes sociales son los principales protagonistas porque en ellos surgen muchas de las crisis, y cuando éstas estallan, hacen que aumente la dificultad para gestionarlas. Pero, por otro lado, las redes funcionan como un gran aliado para detectarlas de forma temprana. De hecho, la Red se ha convertido, hoy en día, en el mejor aliado para prevenir las crisis. Por ello, un buen monitor de riesgos online permite analizar la conversación para detectar las tendencias que siguen los riesgos y así poner el foco de atención en aquellos que más preocupan, lo que ayuda a reducir el impacto en la reputación de una compañía si la crisis llegara a producirse.

US Airways: reputación en juego por un porno-twit





Análisis de Diana Ramón Vilarasau15 ABRIL, 2014


La aerolínea US Airways es la protagonista de muchos twits desde este lunes, envuelta en una increíble crisis de reputación debido a un inadecuado, por decir lo menos, porno-twit enviado como respuesta a una pasajera que insistentemente se quejaba por el retraso de un vuelo.
Las redes sociales y, en especial Twitter, se han convertido en prácticamente el primer canal de atención y comunicación con el cliente, solo que los mensajes, a diferencia que en los mecanismos tradicionales utilizados anteriormente, están expuestos ante otros miles de clientes, por lo que tan importante como la capacidad de respuesta inmediata son el tratamiento adecuado y el contenido correcto, porque toda protesta o queja y su efecto se viraliza vertiginosamente, sin posibilidad de echar marcha atrás.
US Airways: reputación en juego por un porno-twit
US Airways: reputación en juego por un porno-twit
En este caso, el contenido permaneció en la cuenta oficial de la aerolínea estadounidense por poco menos de 25 minutos. Sin embargo, los dimes y diretes entre la pasajera y el community manager de US Airways (ver imagen) se viralizaron y en los últimos minutos llegaron a sumar casi 3,8 millones impresiones y más de 1.700 tweets publicados por casi 1.500 usuarios, convirtiéndose en trending topic. Muchos han afirmado que no volverán a volar con la compañía y otros se preguntaban que de dónde saca la aerolínea al personal para que alguien de su equipo responsable de los medios sociales se atreviera a enviar un twit así a una clienta.
Las conjeturas sobre lo que sucedió van desde duras críticas a lo que se considera una verdadera grosería hasta los que piensan que se confundió de twit cuando enviaba la foto a sus amigos o que miles de pasajeros quejicas pueden llevar a la locura a los ya de por sí, en muchos casos, frikies communitys managers. Para ver varios de éstos puede buscarse por los hasgtags #usairways y #usairwayspicture
Lo cierto es que la aerolínea sí se ha tomado muy en serio el infeliz episodio y ha anunciado una investigación después de, qué duda cabe, despedir al responsable.
Moraleja: cuenta hasta 10 antes de responder cuando te saquen de tus casillas, o no hagas dos cosas a la vez.        
El desafortunado community manager del equipo de US Airways fue objeto de las más ingeniosas bromas.
El desafortunado community manager del equipo de US Airways fue objeto de las más ingeniosas bromas.
Algunos twiteros prometían tener la fotografía cuestionada.
Algunos twiteros prometían tener la fotografía cuestionada. http://www.hosteltur.com/tag/twitter

Un buen ejemplo de gestión de crisis online – Buffer

Autor:  
octubre 28, 2013 


Tener un producto que es utilizado por los usuarios activos de redes sociales es como una bomba, ya que sus mensajes pueden tener un gran impacto en la reputación de la empresa. Sin embargo, debo decir que Buffer ha hecho un trabajo increíble en la solución de esta crisis potencial de la reputación online, y este es un buen ejemplo para otras empresas cuando este tipo de cosas suceden. Lo que es destacable de la respuesta de Buffer es:

Reconocen su culpa

Recuerdo cuando yo solía trabajar como Social Media Manager de una marca y cada vez que cometíamos un error o teníamos una queja en nuestras redes sociales, teníamos que esconderlo, porque nuestro departamento legal no nos permitía admitir que estábamos equivocados. Los responsables y las personas que trabajan en las relaciones públicas y la comunicación tienen que entender que las empresas están dirigidas por personas, que cometen errores, y los usuarios y los clientes también lo entienden. Lo que es difícil de entender es que las empresas no admitan su culpa, tratando de ocultarlo, y no haciendo nada para solucionarlo. Creo que nosotros, la gente que trabaja en marketing online, realmente podemos sentirnos identificados con Buffer y con las personas de la empresa que han explicado la situación, porque sabemos que a veces las cosas no salen como queremos.

El uso adecuado de las redes sociales para mantener a sus usuarios informados e interesados

Es fácil saber que el principal cliente de Buffer son usuarios activos en redes sociales. Por eso creo que es magnífico que hayan utilizando su página de Facebook y su cuenta de Twitter para publicar información actualizada sobre lo que estaba pasando con el pirateo y no han parado hasta que el problema no se ha resuelto. Admitieron además, que habían recibido una gran cantidad de correos electrónicos de usuarios y que sería difícil responder muy rápidamente, pero que lo harían uno a uno tan pronto como fuera posible. Además, las redes sociales son un gran canal de actualización para algunos stakeholders importantes: los inversores, importantes influyentes online, y jefes de proyectos en Internet. 

Responder rápida y correctamente

El post sobre las cuentas jaqueadas fue publicado dos horas después de su inicio, pero con una muy bien pensada comunicación y un mensaje claro. Me parece muy positivo que tomaran su tiempo para reflexionar sobre lo que querían responder, recopilar toda la información relevante con el fin de preparar todos sus canales y a sus equipos para responder. Esto no solo es un buen ejemplo de la gestión de crisis online, sino también la prueba de un trabajo en equipo excepcional.